
Se necesitaba firmeza y convicción cuando, en aquel 9 de Julio de 1816, el Congreso de Tucumán decidió romper definitivamente con la dominación imperial española, a sabiendas de la ofensiva real que le esperaba al pueblo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y con otro imperialismo, el inglés, rondando los puertos argentinos y seduciendo a los funcionarios cipayos, de esos que nunca faltaron en la historia argentina. La misma convicción con la que, tiempo después, José de San Martín y Simón Bolívar liberaron a la patria grande del régimen colonial.Se necesitaba capacidad para, después de tantos años de la dependencia en la que la oligarquía...