Con
parte del estribillo de una canción de Pez llamada “Suerte de plegaria” daré el
titulo desesperadamente a un conjunto de palabras desordenas en estos días
donde se están por cumplir dos años de la muerte del flaco Kirchner.
Fue
un compañero, un Presidente, un flaco desordenado, que desde el Sur de lo que
hoy es nuestra Patria Grande llegó un 27 de abril de 2003 con tan solo el 22 %
de los votos.
Y
que desde aquella base para nada firme del 22 % logró sacarnos del más feroz
infierno, nos condujo desde aquel abismo neoliberal con millones de
compatriotas en la pobreza y cientos de miles de pibes que concurrirán a los
colegios a comer a la dignidad porque luchó de pie nunca de rodillas.
Logró
con hidalguía y una extraordinaria visión estratégica a mediano y largo plazo,
jugar a todo o nada cada medida, cada pelea ante los grupos de poder
concentrado.
Fue
traicionado por aquel infame y hoy casi olvidado, Julio César Cleto Cobos en
aquella gesta perdida ante las patronales agro exportadoras sojeras allá en un
lejano 2008 y soportó la derrota electoral ante un prototipo de patrón de
estancia devenido a monigote de burdos programas de TV como lo era y es
Francisco De Narváes.
Cada
ataque, cada derrota, caló en su cuerpo y alma, igualmente no se detuvo, siguió
jugando a todo o nada, siguió avanzado a fuerza de restitución de derechos que
ya nadie podrá arrebatarlos, más allá que las fuerzas brutales de la antipatria
y sus hordas en sectores ultra reaccionarios de nuestra sociedad quieren hacerlo;
lograron lacerar su corazón aquellos canallas a los que no solo la historia y el
pueblo argentina los sentenció a portar de por vida el mote de traidores y de
pobres diablos que por menos de 30 denarios de plata, posiblemente 5 monedas de
latón, vendieron y horadaron al flaco y por supuesto a su compañera de toda la
vida, nuestra compañera Coraje, la Presidenta de los 40 millones de argentinos.
A
casi dos años del ingreso a la inmortalidad de Néstor Kirchner, donde el primer
mundo cuenta con tasas de desocupación similares o más altas incluso, a las que
padecíamos allá por 2003 cuando el flaco ingresó a la Casa Rosada con
convicciones, sueños y esperanza a cuestas de esa generación diezmada, reafirmamos
nuestras convicciones, nuestros votos de militancia y nuestro compromiso para
hacer de esta bendita y amada tierra llamada Argentina un lugar más justo,
libre y soberano.
Mientras
personas sin corazón, sin escrúpulos, sin moral, sin una Patria a quién amar y
honrar, movidos por la codicia, el desprecio y la envidia van a intentar
destituir a nuestra compañera Presidenta en estos días de profundo dolor, debemos
estar atentos y alertas ante cada embestida despiadada y brutal, porque conocemos
y asumimos que no tienen límites dado que no cuentan con un mínimo destello de
amor y sensibilidad en sus corazones transformados en mármol.
Se
avecinan en nuestra Patria días complejos, la crisis internacional que el
capitalismo servil a la especulación financiera supo crear y ya no puede
contender, está desbordando y aquellos fluidos residuales van a mancillarnos
afectando el crecimiento económico de nuestra economía y de nuestra Patria
Grande. Por ese motivo cada medida anticíclica que la compañera Presidenta tome
debe ser nuestra bandera y en futuro cercano transformar por siempre al sistema
financiero al servicio de la producción y de la verdadera mano de obra y no en
la rastrera especulación que hoy está.
Finalizando
con más desorden, es complejo escribir sobre el flaco Kirchner porque es una
herida abierta en millones de compatriotas que hace casi dos años fuimos a cada
plaza de la Patria a gritar hasta quedar sin voz “Fuerza Cristina” y a las este
sábado iremos a gritar con fuerzas y esperanzas “Todos con Cristina”.
Para
que los están intentando destituir a nuestra líder y conductora que ni siquiera
lo intenten porque cuando un Pueblo organizado debe defenderse lo hace con todo
dado que sabemos que una revolución se triunfa o se muere.
No
hablo de enfrentamientos, hablo de defender desde cada familia compañera.
Con
más desorden intentaré enumerar con omisiones que mi estado de emoción no me
permite elaborar, como la devolución a los trabajadores de su sistema
jubilatorio, la aerolínea de bandera, los puestos de trabajo generados en el
ámbito privado y estatal, el matrimonio igualitario que permite que miles de
familias nuevas y tal vez la sintonía fina de esa ley que es la reciente ley de
identidad de género, no se puede omitir la ley de medios audiovisuales de esta
democracia, el avance extraordinario en juicios de lesa humanidad condenando a
los genocidas de por vida en cárcel común y ver que los enemigos de la
democracia, del pueblo y de este Gobierno nacional, popular y democrático,
unidos por el espanto y odio, se exhiben con sus garras y colmillos como nunca
lo han hecho con impúdico fervor.
Las
líneas finales están destinadas desde la desazón y dolor infinito a expresar
que al flaco Kirchner no podemos olvidarlo, no podremos dejar de llorarlo,
dejar de honrarlo y esbozar una sonrisa al ver las imágenes de él zambulléndose
en la multitud, sus mocasines negros, su frase inmortal “¿Qué te pasa Clarín?
¿Estás nervioso?” y su orden de cuidar a la compañera Coraje, a la compañera
Cristina Fernández de Kirchner, la Presidenta de los 40 millones de argentinos
y como nos enseñó y legó la compañera Evita en su frase célebre “Yo sé que Dios está con nosotros porque
está con los humildes y desprecia a la soberbia de la oligarquía y por eso la
victoria será nuestra, tendremos que alcanzarla tarde o temprano, cueste lo que
cueste y caiga quien caiga”.
¡Néstor vive!
¡Todos con Cristina!
¡No nos han vencido!
Mauro
Palazzo. JP Evita La Matanza.