lunes, 25 de junio de 2012

0 Por Maxi y Darío, por lo que falta, por lo que se logró. Por Matías Sánchez.

Una década pasó de ese fatídico 26 de junio en que las políticas de ajuste y represión dieron un paso en falso del que no pudieron volver y cuyo precio fue la vida de Maxi y Darío. Sin embargo, todo lo que ese hecho representó sigue presente en las luchas de hoy.
Mirándonos en el espejo de aquel comienzo de siglo, es imposible reconocernos como juventud del 2012 en un contexto de desesperación, de desolación, de abandono del Estado, y no solamente de falta de oportunidades sino incluso de insatisfacción de necesidades básicas. Evidentemente mucho cambio en esta década, a pesar de ciertas continuidades contra las que seguimos luchando, de quienes se niegan a que aquellos ideales de la juventud en lucha se cumplan, y de los que niegan diferencias entre aquel fin del ciclo neoliberal y este proceso de reconstrucción nacional.
Difícilmente Maxi y Darío hubieran imaginado a un compañero como Leo Grosso ocupando un lugar en el Congreso Nacional y defendiendo desde allí los reclamos de los sectores populares y la defensa de la soberanía nacional. Tampoco a muchas de esas organizaciones de resistencia, como el Evita o el FTV (hoy Miles), aquellos “piqueteros” tan denostados por la derecha, los medios y el medio pelo argentino, formando parte de este nuevo movimiento nacional de liberación, al que empujan con su fuerza y sus convicciones a profundizar los cambios y derribar las permanencias.
Sin embargo, hoy nos encontramos ante los reclamos de sectores que, si bien formaron parte de esa lucha, hoy anteponen disputas de poder personales a los avances y conquistas logrados en 9 años de gobierno nacional y popular, que ellos bien conocen y de los que fueron parte.
A ese sector que dice representar a los trabajadores se le suman los más preclaros representantes de la reacción, que viendo fracasados sus intentos caceroleros de expresar un supuesto “mal humor social” ahora ven en la iniciativa camionera una nueva oportunidad de hacer tambalear a la jefa elegida y apoyada por el pueblo. Como furgón de cola, cumplen su función de siempre los sectores sindicales y partidarios de izquierda “revolucionaria”, dispuestos a apoyar las ambiciones de poder del jefe cegetista y a colaborar con las fuerzas de la reacción.
En este contexto, y recordando la lucha de Maxi y Darío como representativa de las reivindicaciones de toda una generación, reafirmamos nuestro apoyo para continuar con la profundización de los cambios y derribar las últimas columnas aún existentes del modelo neoliberal, y así lograr esa dignidad, esa justicia social que ellos soñaron. El egoísmo de ciertos personajes y el oportunismo de la derecha, que suele actuar como lo acaba de hacer en Paraguay, sin escrúpulos y sin despreciar mecanismos ni socios, no es el camino para la transformación. Cristina es la Jefa del cambio y por eso estamos su lado.

Matías Sánchez. JP Evita La Matanza.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

JP EVITA La Matanza Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates