El suplemento oligárquico de compra opcional, de Clarín, que narra desde hace más de un siglo la voces de opresores y el espanto hacia las clases populares junto a su obsceno sometimiento al imperio Inglés y EEUU.
Bartolomé Mitre, fundador del citado suplemento, es quién fue el responsable del genocidio al pueblo Paraguayo en la Guerra de la triple alianza, que respondió a los intereses del imperio Inglés con perfecto sometimiento fiel a la clase que representaba.
Esa misma clase, que en los años de plomo que se llevaron a 30.000 compañeros detenidos desaparecidos, era cómplice en pos de la defensa del capital desde la exportación de granos y la destrucción de la industria nacional y la mano de obra especializada, y que treinta y dos años después, bajo la consigna y falso nombre del “campo” no permitieron la libre circulación sobre rutas provinciales y nacionales del país y desabastecían de alimentos a las clases populares y medias.
Esas mismas clases, en buena parte, que a través de la deformación de la realidad del grupo (de tareas) Clarín que aglutina a La Nación, fueron parte de la complicidad del pecado de la defensa de la codicia basada en los piquetes de la abundancia con las lujosas camionetas de tracción 4 x 4 mientras miles de trabajadores eran los verdaderos artífices de una de las mejores cosechas de la historia.
Tal vez, La Nación, por medio de algunos voceros como las inmorales figuras de Joaquín Morales Solá y Mariano Grondona, que bajo sus plumas de escaso talento editorial y el aura de ser considerados intelectuales de la derecha, exponen esa defensa del imperio y del capital, hijo de su odio de clases y repito de su escaso talento editorial disfrazado de su falsa condición de intelectuales.
Mauro Palazzo.
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