Conmemoramos y
recordamos el aniversario del asesinato del padre Mugica hoy 11 de mayo.
No perdonamos su
asesinato a quemarropa por el sicario – enviado – de la Triple A - alianza anticomunista argentina – que se
llevó al cura de los pobres.
Aquel cura nacido en
una familia oligarca y antiperonista que a fines de los años sesenta vio y
sufrió lo que veían y sufrían los pobres de la Patria.
Así desplegó su amor,
solidaridad, esperanza, anhelos, padecimientos y sobre todo sus convicciones en
la Villa 31 de Retiro de la actual ciudad autónoma de Buenos Aires.
Odiado por la derecha
peronista de principios de los años setenta, López Rega supo tenerlo en la mira
para perseguirlo y luego asesinarlo.
A pesar de aquella persecución
y opresión el Padre Mugica siguió en su camino sufriendo a la par de los pobres
sin miedos porque sus convicciones eran firmes y lo siguen siendo porque las se
las llevó consigo el 11 de mayo de 1974 para legarlas al Pueblo, a los pobres
que día a día ruegan a su Dios salir de la pobreza y a la dirigencia por la restitución de derechos.
En cambio casi
treinta años más tarde, otro compañero en el mismo país y con otra realidad,
también dio todo por los pobres, que en aquellos días eran la mitad de la
población, y llevó consigo una mochila llena de convicciones a la Casa Rosada.
Creo con fervor que
el Padre Mugica y Néstor desde el cielo junto al General y Evita, nos piden que
unidos y organizados vayamos por todo.
También imagino que
el Padre Mugica hoy hubiera celebrado la Asignación Universal por Hijo y por
embarazo, porque es la gran medida que incluye a todos aquellos pibes que sus
padres están fuera de la economía formal.
Este simple recuerdo
desde este espacio militante para el cura que sigue viviendo en los corazones
nobles y militantes de la Patria.
¡Dios vive en los
pobres!
Porque como dijo la
compañera Evita “Yo sé que Dios está con
nosotros porque está con los humildes y desprecia la soberbia de la oligarquía,
y por eso la victoria será nuestra, tendremos que alcanzarla tarde o temprano, cueste
lo que cueste y caiga quien caiga”.
Mauro Palazzo. JP
Evita La Matanza.
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