martes, 22 de junio de 2010

0 20 DE JUNIO DE 1973. LA MASACRE DE EZEIZA.

Considerado uno de los hechos más oscuros de la historia argentina, la masacre ocurrida en el año 73 es un trágico recuerdo para la militancia que siente al peronismo revolucionario y en especial a esa “primavera” setentista que esperanzó a todo un pueblo, como el verdadero camino a la liberación nacional.
Ya con el tío Cámpora en el gobierno (desde el 25 de mayo) el pueblo argentino se preparaba para celebrar el regreso definitivo del General Perón al país tras 18 años de exilio en Madrid y otras ciudades del mundo. Ezeiza era el lugar elegido para un recibimiento que se perfilaba como histórico debido a la convocatoria popular inédita que se logró. Sin embargo, fue histórica por motivos lamentables. La izquierda peronista, representada por los Montoneros y la gloriosa Juventud Peronista, movilizó casi la mitad de la concurrencia, calculada entre uno y cuatro millones de personas. Sin embargo, la organización del acto estuvo a cargo de lo más reaccionario del entorno de Perón, y aún sin haber llegado el General al aeropuerto, desde el palco principal, el grupo de asesinos comandados por López Rega comenzó a disparar a mansalva a las multitudinarias columnas de la JP, los Montoneros y las FAR, que recién llegaban al sitio.
El tiroteo, filmado por las cámaras de televisión, afectó a toda la multitud que se agolpaba ante el escenario decorado con las imágenes de Perón y Evita. Para desmentir a quienes definen al hecho como una “disputa por el protagonismo en el acto” entre los distintos sectores del peronismo de los setenta, es preciso aclarar que los disparos (de ametralladoras y fusiles) provinieron del palco y que la izquierda peronista, pobremente armada, apenas si respondió al violento ataque. Osinde, miembro del ministerio de López Rega; Brito Lima, del Comando de Organización; la ultraderechista Norma Kennedy; el capitán Ciro Ahumada y ciertos líderes sindicales (como José Ignacio Rucci) fueron identificados como los autores e ideólogos de la masacre; de esta forma comenzaba la persecución a la izquierda peronista ejecutada por la Triple A y continuada por la dictadura genocida de 1976-1983.
A 37 años del vergonzoso hecho, la militancia tiene memoria y no perdona ni olvida las masacres sufridas por el pueblo, desde la represión mitrista a los movimientos populares de Peñaloza y demás caudillos del interior, pasando por la Patagonia Rebelde, los bombardeos del 55' y el genocidio de Videla y Cía. hasta la represión de diciembre del 2001 y del gobierno del hoy reaparecido Eduardo Duhalde, que se llevó la vida de Kosteki y Santillán.

LA SANGRE DERRAMADA, NO SERÁ NEGOCIADA.

Matías Sánchez. JP Evita La Matanza.

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