Aportes al debate.
El “Cordobazo” nos tiene que traer a la luz no solo una cronología de hechos históricamente representados ese día 29 de Mayo del año 1969, si no que debe aportarnos al presente su valor histórico como un proceso de lucha social y política.
Este valor histórico al que remitimos, esta representado por el ejemplo de unidad y solidaridad demostrada en esos días gloriosos por los sectores combativos de la clase obrera, los estudiantes universitarios y otros sectores representativos del campo popular, encolumnados contra el autoritarismo militar, siempre aliado este de los sectores liberales y de las derechas mas reaccionarias y “vendepatrias”.
Es por eso que no hay que pasar por alto, la lucha de Tosco, de Elpidio Torres, de Atilio Lopez, de Rene Salamanca, ni de la histórica CGT de los Argentinos liderada por Raimundo Ongaro, los cuales fueron un ejemplo claro de la verdadera disputa de los trabajadores, desde una tendencia antiburocrática, antidictatorial y fuertemente combativa, frente a esos sectores sindicales “entreguistas” y “colaboracionistas” de los gobiernos de facto. Gobiernos que, entre comillas, han sido“bendecidos” por los sectores más concentrados de la economía y por el imperialismo ejecutaron modelos económicos de ajuste y medidas de represión focalizadas sobre la clase trabajadora y las partes más combativas del estudiantado y los sectores populares.
También debe servirnos el análisis del cordobazo, para ver en este hecho una herramienta en la actualidad para lograr una participación política de una manera mas acertada. Después de los “preciados” años noventa, donde el modelo económico de ajuste estructural implico entre algunas cuestiones las subas en las tasas de desempleo, la desindustrialización del país y como correlato fundamental en el plano de la acción colectiva, un proceso de individualización, descolectivización y desmovilización social y política de la sociedad Argentina.
Dentro de este cuadro de la década del 90, caracterizado por consecuencia por la perdida de los marcos referenciales fuertes de identificación colectiva, como en épocas precedentes, lo fueron por ejemplo, los sindicatos o los partidos políticos, además se buscó y se llevo a cabo una supuesta “inclusión” social de la población a través del consumo, creando una profunda brecha entre distintos sectores de la sociedad, donde unos fueron los favorecidos y otros pasaron a estar en las filas de los llamados “excluidos”.
Pero no es negro nuestro presente social y político, esta ya no es la 2da década infame, donde la banalización de la política era moneda corriente, donde también el discurso de la “anti-política” era moneda corriente, en definitiva donde se pretendía hacer “moneda corriente”, la no participación activa de los sectores populares y la exclusión social, económica y política de estos. Pero como precedentemente advertimos, nuestro presente es otro, es el retorno a un presente donde la participación y la discusión política han vuelto a ponerse en la escena principal de nuestra sociedad.
Es reconfortante ver encolumnados a miles de militantes y diversos actores políticos, que están ingresando a las filas de la militancia social, barrial y política, renovando con aires frescos la política y teniendo preocupaciones emancipatorias claras frente a los sectores reaccionarios. Jóvenes que reivindican la unidad popular que se estableció en el cordobazo, jóvenes que levantan la bandera de la unidad latinoamericana, jóvenes que luchan por los DDHH y por sus derechos Laborales, sociales y políticos, en fin, una nueva juventud que no esta limitada por los parámetros de la sociedad de consumo si no que nos encontramos ante una juventud que busca su emancipación personal y de la sociedad a través de la actividad política y la militancia social.
Es así que debemos volver al Cordobazo, que debemos volver a levantar esas banderas que para algunos son “viejas y están en desuso”, pero que para nosotros no lo son ni viejas ni están en desuso, si no que son banderas que nos van a llevar a cambiar la historia y a través del compromiso político seremos una herramienta clave en el proceso definitivo por la liberación de nuestros pueblos, en contraposición a los que buscan mantener sus privilegios y obstruyen el camino para que nuestras sociedades no encuentren la profunda emancipación.
Debemos tener presente a todos los luchadores del Cordobazo y a todos los luchadores sociales y políticos de la historia Argentina, y a modo de conclusión nos parece dable destacar un fragmento de la nota escrita por Rodolfo Walsh en el periódico de la CGT de los Argentinos, en esos días de lucha, donde el relata y deja entrever su punto de vista y además nos deja acertadas consignas para la militancia:
…El saldo de la batalla de Córdoba, "El Cordobazo", es trágico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás.
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo…
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo…
Juan Manuel Ciucio. JP Evita La Matanza.
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